No quiero montar mi empresa en Andorra, sino que quiero ir «de autónomo» ¿es posible? ¿Es Andorra un paraíso fiscal?
No quiero montar mi empresa en Andorra, sino que quiero ir «de autónomo» ¿es posible? ¿Es Andorra un paraíso fiscal? A diferencia que en España, para que tu empresa andorrana pueda comenzar a operar y emitir facturas válidas es necesario estar dado de alta en el ayuntamiento correspondiente (llamado Comú en Andorra) en el Registro de Comercio, lo cual tiene un coste. Si quieres hacer esto no eres el perfil de persona con la que me interesa trabajar. En Andorra, el notario es la única persona habilitada para registrar operaciones de compraventa. Existe una idea general que los fondos de inversión están orientados a grandes fortunas pero lo cierto es que es accesible para cualquier persona. Aunque el Principado andorrano favorece la inversión en su territorio, no está de más contar con la asesoría de un gestor o un abogado del país que garantice la eficiencia de todas las gestiones que se realizan.
Puede que te estés preguntando si tu carrera es de las «escogibles» y la respuesta es que hay que ir paso por caso (miran carga lectiva, número de créditos, asignaturas concretas cursadas etcétera…). No nos engañemos, es una faena tener que «bloquear» estos 15.000 € pero, dependiendo en que umbral de facturación estés, lo compensarás fácilmente, la principal pega, no nos engañemos, es que con el paso del tiempo estos 15.000 € irán perdiendo poder adquisitivo. ¿Cuáles son los requisitos que tengo que cumplir para montar mi empresa en Andorra? Son preguntas que me encuentro a diario en las sesiones de consultoría que imparto y que, es normal que uno se pregunte cuando está planteando un cambio tan grande como es un traslado de residencia, en este caso, a Andorra.
Por ese motivo vamos a separar este artículo en diferentes secciones que se podrían englobar en la idea de invertir en Andorra. ¿Puedo montar mi empresa en Andorra? Una vez esté la empresa constituida ¿puedo facturar? Este país es oficialmente un Principado, esto significa que es una nación que se encuentra gobernada por una princesa o un príncipe, incluso este país se encuentra bajo el gobierno de dos príncipes: Joan Eric (obispo de Urgell) y Emmanuel Macron ( presidente actual de Francia).
Dicha cuenta bancaria andorrana figurará como «en constitución» dado que la empresa todavía no estará creada, imaginemos que llamas a tu empresa EMPRENDER, SLU, pues hasta que tu sociedad esté constituida, inscrita en el Registro de Sociedades (equivalente el Registro mercantil) y con un comercio a su nombre, el titular de la cuenta bancaria será: «EMPRENDER, SLU (en constitución)». Ten en cuenta que el notario cobrará sus honorarios y la tasa del Registro de Sociedades, en total, unos 1.600 € por el hecho de constituir la sociedad andorrana. No, es necesario llevar a cabo varios trámites más como: darte de alta en Hacienda, en la Seguridad Social andorrana (CASS) o dar alta en el Registro de Comercio tu actividad. El coste variará dependiendo de la actividad a la que te dediques, metros cuadrados que destines a la actividad, calle en la que vivas y otros factores, considera unos 700 € aproximadamente (generalmente es menos, pero es mejor «no pillarse los dedos»). La constitución de una empresa no es tarea sencilla y recomiendo dejarlo en manos de profesionales dado que hay muchos aspectos jurídicos que se deben pulir y que después condicionarán tu actividad (lo que se define como «objeto social»).
Finalmente, cabe destacar el salario mínimo interprofesional o SMI, que en Andorra se fija en 1.083,33€, por lo que es superior a la media de países europeos. Para trasladarte a Andorra como «emprendedor» es necesario constituir una sociedad de responsabilidad limitada andorrana (SL), cuyo capital social mínimo es de 3.000 €. Actualmente, los departamentos de compliance analizan la operativa concreta de la empresa y, si tienen el mínimo atisbo de duda de la procedencia del dinero, no abrirán la cuenta bancaria y no podrás trasladarte aquí. Cuando se plantea un traslado a Andorra ten en cuenta que, al igual que ocurre en países como España, una cosa es el «socio» de la empresa (es decir, quién es el dueño) y otra el «administrador» de la empresa (es decir, quién ejerce las labores de representación de dicha empresa).
